Jacinto Salazar López

El 16 de marzo de 1928 nació este recto y noble hombre a quién por su destacada trayectoria en el deporte del rodeo de la FMR, lo tiene en sus prestigiada lista de miembros del Salón de la Fama.

Hijo de Edmundo Salazar Yescas y Concepción López Yescas, vivió su infancia en su natal Banamichi, Sonora, y posteriormente radicó en la Cd. de Hermosillo, dónde culminó sus estudios de Secundaria.  Desde muy joven se dedicó a las actividades propias de la Agricultura y Ganadería.

En 1955 se casó con Ma. Alfonsina Escoboza León y procrearón 6 hijos: Jesús Jacinto, Francisco Javier, Martha Olivia, Edmundo, César y María Alfonsina.

Su carrera deportiva data de 1955, año en que se inició como Jinete de caballos en la Arena de Rodeo “El Mirador” en Hermosillo, Sonora.

En 1975, cuando se formó el equipo de Rodeo de la Univerisidad de Sonora, “Don Jacinto” se convirtió en fuerte pilar de apoyo para ese grupo de jóvenes que en aquel entonces practicaban las distintas disciplinas del Rodeo, facilitando sin compromiso alguno el ganado de su propiedad para las prácticas y los Rodeos que se organizaban en los lienzos “El Sonorense” y “El Mexicano” en Hermosillo, Sonora.

Por su indiscutible destreza para montar y lazar, desde 1975 y hasta 1995 fue el auxiliar oficial a caballo de todos los Rodeos, que con soga en mano siempre estuvo ayudando a los jinetes a desmontarse de los caballos broncos y a cuidarlos de las embestidas de los bravos toros que se jineteaban en los Rodeos del Estado de Sonora.

Desde 1977 practicó la disciplina del Lazo por Parejas, participando en un sin fin de Lazadas y Rodeos Estatales, Regionales, Nacionales e Internacionales, obteniendo una gran cantidad de premios en efectivo, hebillas y trofeos.

Es considerado como el primer promotor de la construcción de la primer arena de Rodeo de la Feria Expogan Sonora, construida en 1985.

En 1986 fue el Presidente fundador de la Asociación de Rodeos Unidos de Sonora (ARUS), cargo que cabalmente estuvo desempeñando hasta 1989.

Por su emotiva y respetuosa manera de encomendar a Dios a todos los vaqueros que participan en los Rodeos, con su sencilla y original forma de decir la “Oración del Vaquero”, Don Jacinto Salazar López es y será dignamente reconocido y admirado.